Varios
Ferrere Abogados en teletrabajo
Martín Cerruti, socio de Ferrere Abogados de Uruguay, da a conocer cómo están funcionando con el teletrabajo, en entrevista con Marcasur.
Por Fabiana Culshaw
Como Ferrere es un bufete que nació en Uruguay y posteriormente abrió oficinas en Paraguay, Ecuador y Bolivia, ha venido trabajando en forma remota desde hace años. Además, lo ha venido haciendo con tecnología de avanzada, dado que han invertido a ese nivel desde los años 90.
Martín Cerruti, socio de la firma en Uruguay, explica que la infraestructura tecnológica del bufete está preparada para desarrollar las comunicaciones, no solo con oficinas y personal en home-office en entornos normales, sino en desastres naturales o de cualquier otro tipo. “Siempre pensamos que un desastre natural podría ser, por ejemplo, un incendio o un terremoto, y que la probabilidad de ello era muy baja. Nunca pensamos en una pandemia y que efectivamente ocurriera”, dijo Cerruti.
A mediados de marzo en Ferrere Uruguay se realizaron los testeos de las cargas de alta demanda en las líneas, que consistió en que todos los empleados se llevaron sus laptops a sus casas para que las usaran al mismo tiempo, a ver si el sistema lo soportaba.
“Habíamos hecho pruebas pilotos y teníamos experiencia de conectividad, pero en menor escala. Lo que teníamos que probar era que funcionara todo bien con una carga de conexión masiva. Corroboramos que el sistema estaba sobrado”, contó Cerruti.
“El task-force de informática de esta firma es fenomenal. Está integrado por socios e informáticos que dieron todo de sí por responder rápido a esta situación de emergencia. El fundador, Daniel Ferrere, siempre buscó la mejor inversión en tecnología y se ha seguido su filosofía”, comentó.
Funcionando hoy
Actualmente, en Ferrere están conectados unos 600 integrantes del personal funcionando desde home office, fundamentalmente a través de whatsapp, Microsoft Team (para reuniones grandes), zoom (para reuniones pequeñas) y skype.
Los números de los internos de las oficinas están programados en los celulares de cada una de las personas, por lo que pueden llamarse sin costo, como si tuvieran un teléfono fijo en sus escritorios.
Mantienen reuniones en forma regular, varias veces por semana. “Tenemos reuniones virtuales de socios, de los comité de socios, de los asociados, y de equipos diferentes. Esto significa que los encuentros online son de 5, 10, 15 o hasta de 80 personas”, señaló.
Cerruti comentó que la Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DNPI) permanece abierta durante la cuarentena voluntaria en Uruguay, y agregó que, de vez en cuando, tiene que firmar algún documento en físico. Sin embargo, salvo esas y algunas otras excepciones, casi todo está funcionando desde el worksite virtual, que incluye los archivos de los clientes, documentos y emails en repositorios digitales.
Cerruti aclaró que la infraestructura de la que disponen también es poderosa desde el punto de vista de la seguridad informática, punto fundamental considerando la información confidencial que manejan.
“Las máquinas que utilizamos en las casas no son las personales, sino las provistas por el bufete, selladas y con VPNs que verifican la identidad de los usuarios y evitan el acceso de quienes no están autorizados”, aclaró.
A su entender, la experiencia de teletrabajo masivo a partir de esta situación de emergencia sanitaria, marcará un antes y un después en el mundo empresarial. “No sustituirá el cara a cara, ni los almuerzos con los clientes, pero sí el trabajo remoto se instalará como práctica asimilada en los bufetes y en las compañías de otros rubros”, concluyó Cerruti.